Probióticos para el sistema inmunológico

Si alguna vez has sentido curiosidad por conocer más aspectos de los probióticos, qué hacen, cómo mejoran tus defensas y por qué son importantes, este post es para ti.  Los principales usos y virtudes de estos microorganismos vivos están relacionadas con la salud digestiva, pero también hay que resaltar los beneficios de los probióticos para el sistema inmunológico.

Así que como bien señala el dicho popular – ¡un probiótico al día te mantiene alejado del médico!

Pero, ¿por qué son tan importantes estas bacterias buenas? Principalmente porque nuestro cuerpo está lleno de bacterias. Sí, lo has leído bien.

El cuerpo del ser humano está lleno de microorganismos, bacterias, e incluso virus. Sólo en nuestro intestino podemos encontrar millones de microorganismos (denominados colectivamente «microbiota intestinal» o «flora intestinal»), con al menos 1000 especies diferentes de bacterias intestinales.

Los grupos de bacterias residen en y sobre diferentes partes del cuerpo, pero destacan principalmente:

  1. Las capas profundas de la piel, conocida como microbiota cutánea.
  2. Dentro de la boca, conocida como microbiota oral.
  3. La microbiótica intestinal

Para que nos hagamos una idea de los que estamos hablando, nuestra microbiota intestinal puede pesar, en total, ¡hasta dos kilogramos!

Sabemos que el consumo de probióticos puede equilibrar la microbiota intestinal. Además, se ha comprobado con éxito los probióticos para el acné en tratamientos dermatológicos.

Mientras que cada ser humano tiene una composición única de microbiota intestinal (sucede algo similar a las huellas dactilares), la microbiota de cada persona realiza las mismas funciones fisiológicas. Entre ellas se incluyen ayudar al cuerpo en la producción de vitaminas (como las vitaminas B y K) y mantener nuestro sistema digestivo funcionando sin problemas.

Una vez explicado esto, ahora vamos a analizar la parte sorprendente y divertida de las bacterias intestinales y el sistema inmunológico.

¿Cómo funciona el sistema inmunológico?

Y es que ¿sabías que el 70% del sistema inmunológico de nuestro organismo se encuentra en los intestinos? Increíble, ¿verdad?

Por un lado, podemos llegar a entender que sea el lugar donde mayor concentración de bacterias se den, ya que los alimentos que consumimos y los nutrientes que contienen no llegan a la sangre sin pasar primero por el intestino.

Esto lo convierte en un órgano principal del sistema inmunológico de nuestro cuerpo. Ya que su trabajo es mantener cualquier cosa dañina alejada y absorber todos los nutrientes esenciales de los alimentos.

¿Cómo lleva a cabo este trabajo el intestino?

Nuestro microbioma intestinal es responsable de dejando entrar sólo a determinadas bacterias buenas como los probióticos.

La microbiota intestinal nos protege fortaleciendo la pared intestinal, compitiendo con las bacterias dañinas por el espacio y alimentos, y regulando la respuesta inmunitaria inflamatoria.

A cambio de mantener nuestro sistema inmunológico intacto, las bacterias que habitan en nuestros intestinos tienen acceso a un abundante suministro de alimentos, así cuando comemos no nos estamos alimentando sólo a nosotros mismo, sino que estamos alimentando a todas las bacterias que protegen nuestro sistema inmunológico.

Cómo ayudan los probióticos al sistema inmunológico

¿Cómo ayudan los probióticos al sistema inmunológico?

Una vez visto la importancia de las bacterias que habitan en nuestro organismo, ¿cómo nos aseguramos de que hagan correctamente su función y puedan mantenernos sanos y saludables?.

Cerciorándonos de que tenemos más bacterias buenas en el intestino que malas, un estado conocido como simbiosis. Cuando tenemos más bacterias malas que buenas (un estado llamado disbiosis), nuestra salud sufre.

Por tanto, podemos afirmar que un intestino sano contribuye a un sistema inmunológico sano y viceversa.

Aunque hay muchas maneras de mantener un equilibrio saludable de bacterias dentro del intestino, incluyendo ejercicio frecuente y una dieta saludable, uno de los hábitos más recomendables es tomar un probiótico para el sistema inmunológico y así, controlar de manera fácil nuestra salud.

¿Qué hacen exactamente los probióticos para mejorar nuestro sistema inmunológico?

Cuando nos referimos a los probióticos nos referimos a las bacterias vivas. Pero no a cualquier bacteria.

Los probióticos sólo contienen el tipo de bacterias buenas para nuestro sistema inmunológico. Son las responsables de disminuir el número de bacterias «malas» en el intestino reemplazando y mejorando el funcionamiento de nuestras bacterias «buenas».

Cepas específicas de bacterias probióticas favorecen a nuestra salud de manera diferente. Esto significa que podemos mejorar diferentes aspectos de nuestra salud consumiendo selectivamente las cepas dirigidas a afligir nuestra dolencia o problema de salud específico.

¿Qué cepas de bacterias deben contener los probióticos para favorecer al sistema inmunológico?

A continuación nombramos las principales bacterias que deben tener los probioticos específicos para mejorar las defensas de nuestro sistema inmunitario

Lactobacillus Rhamnosus Gg

Los estudios sugieren que el Lactobacillus Rhamnosus Gg repercute sobre la movilidad intestinal y promueve las interacciones positivas entre el intestino y las bacterias «buenas» que ya residen en el intestino.

La LGG está estrechamente asociada con el funcionamiento saludable del sistema inmunológico, con la reducción en el riesgo de infecciones y enfermedades del tracto respiratorio. Además, de promover la salud general del intestino y reduce las molestias digestivas.

Lactobacillus Paracasei

El Lactobacillus Paracasei favorece el un sistema digestivo y mejora el funcionamiento del sistema inmunológico.

Una reciente investigación científica, asoció la cepa de L. paracasei con una reducción de la duración de los síntomas del resfriado y la gripe en tres días.

Lactobacillus Acidophilus

Las palabras’lactobacillus acidophilus’ aparecen en el envase de casi todas las marcas de yogur en las estanterías de las tiendas de comestibles, y hay un buen motivo para ello.

L.acidophilus ayuda a la digestión de la lactasa (un azúcar que se encuentra en la leche) y numerosos estudios han corroborado un estrecha relación entre L.acidophilus para evitar la diarrea, disminuir la distensión abdominaly el dolor abdominal en pacientes que sufren de síndrome de colon irritable.

Además, un estudio realizado sobre 326 niños, que estuvieron seis meses tomando un  probiótico diario de L. acidophilus redujeron la fiebre en un 53% y la tos en un 41%.

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