Probioticos para la diarrea

¿Sufres frecuentemente de calambres en estómago? ¿Cuándo vas al baño sueles tener heces acuosas? La diarrea puede estar provocada por diferentes motivos: una infección, una intolerancia alimentaria, alergia o incluso por el uso prolongado de antibióticos.

Recientes estudios han señalado que una mezcla de cepas probióticas específicas como Lactobacillus reuteri, Lactobacillus rhamnosus y L. acidophilus son en gran medida muy efectivas y recomendables para tratamientos de diarrea tanto en adultos como en niños.

Probióticos para curar la diarrea y mejorar la flora intestinal

Las bacterias buenas de los probióticos son esenciales para renovar nuestra flora intestinal, restaurar el equilibrio natural del microbioma intestinal, mantener el intestino sano y prevenir problemas digestivos.

Probióticos para los trastornos gastrointestinales

Podemos encontrar cuatro condiciones específicas de diarreas que pueden ser curadas y tratadas de forma natura, mediante el uso de probióticos:

Diarrea del viajero:

Cuando viajamos, no sólo exploramos diferentes países y ciudades, sino que también conocemos diferentes cocinas y delicias culinarias que pueden provocar un trastorno gastrointestinal y diarrea infecciosa. Los probióticos pueden prevenir eficazmente las infecciones que podemos sufrir al viajar, causadas por comer diferentes alimentos y/o beber agua de otros lugares.

Diarrea en los niños:

Los niños son los más susceptibles a sufrir diarrea y por lo tanto se han realizado multitud de estudios para probar los efectos positivos de los probióticos en los niños que sufren de diarrea infecciosa.

Según diversas investigaciones científicas, las cepas probióticas más efectivas que pueden reducir los brotes de diarrea en los niños son Lactobacillus reuteri, Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus. Las investigaciones señalan que los niños que reciben tratamiento probiótico se recuperan de procesos diarreicos en menor tiempo que los niños que no ingieren probióticos.

Diarrea causada por los antibióticos:

La función principal de los antibióticos es la de destruir las bacterias que han provocado la enfermedad. Pero durante su función también acaban eliminando a todas las bacterias beneficiosas que son parte esencial para tener un intestino sano.

Los antibióticos alteran el equilibrio entre las bacterias buenas y malas en el intestino, motivando la formación de gases y diarrea. Varios estudios de investigación realizados sobre la diarrea asociada a los antibióticos señalan que una ingesta regular de suplementos probióticos ayuda a prevenir significativamente la aparición de la diarrea incluso con una dosis alta de antibióticos.

Diarrea asociada con Clostridium Difficile:

Clostridium difficile conduce a la inflamación intestinal y causa diarrea en la que se repite constantemente.

Estas bacterias pueden tener efectos potencialmente mortales en el colon, pero Saccharomyces boulardii es una cepa probiótica específica que puede mantenerlo protegido de los efectos dañinos de esta bacteria patógena.

Probióticos: máxima eficacia en problemas estomacales y diarreas

Los ácidos estomacales presentes en un estómago vacío dificultan la supervivencia de las bacterias vivas de los probióticos, por lo que deben tomarse junto con las comidas. El alimento trabaja para proteger a las bacterias vivas en los suplementos probióticos incluso en presencia de jugos gastrointestinales y bilis.

Si está sufriendo un proceso de diarrea, debe consumir alimentos probióticos junto con otros alimentos suaves como el arroz y los plátanos. Es recomendable evitar tomar alimentos probióticos con bebidas calientes o alimentos picantes, ya que las bacterias vivas son muy vulnerables al calor.

Los suplementos probióticos están científicamente formulados para restaurar la flora intestinal y por lo tanto funcionan eficazmente en la prevención y tratamiento de la diarrea. Si está tomando antibióticos, es mejor mantener un intervalo de dos horas entre los antibióticos y los suplementos probióticos.

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